Era en un pueblo a las afueras de parís un joven aparentemente normal, durante su trabajo escuchar buena música a gran volumen, ver en la tv programas eróticos, comer ruidosamente, masticarse las uñas, roncar mientras dormía, este se llamaba Andrés y era normal para todo menos para una sola cosa, este tenía otro YO
El Otro Yo usaba cierta poesía y bellas palabras a la hora de expresarse, se enamoraba de las actrices más bellas que veía, mentía cautelosamente tratando de no herir a nadie , se emocionaba en los atardeceres , viendo como el solo era ocultado por la sobriedad de la luna .
Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse incómodo frente a sus amigos. Ya que este se sentía un chico algo raro, pues el otro yo era melancólico, cautelosos, y por eso Andrés no expresaba muchas veces todo lo que quería anunciar pues su otro yo no se lo permitía debido a su estado sobrio
Cierto día Andrés llego de un duro día de trabajo decidido a descansar decidió encender la computadora y ver algunos videos en la web, mientras tanto el cansancio lo fue venciendo y Andrés callo profundamente dormido en su escritorio, cuando este despertó inconscientemente su otro yo lloraba inconsolablemente sin razón, ni motivo alguno, Andrés decidió exigir explicaciones a su otro yo, con un tono tan airado que su otro yo prefirió la muerte, decidiendo como su mejor opción el suicidio
Al principio Andrés se entristeció pero luego recapitulo y pensó que sin su otro yo este podría vivir feliz la vida sin contemplaciones mayores , como un chico normal, pero todo no fue así pasando el tiempo este intentaba saludar a sus amigos un poco menos cautelosos que mientras estaba su otro yo pero estos a cambio ni le determinaron
Andrés se dio cuenta que le faltaba algo por lo cual todos lo reconocían su otro yo , Andrés se sintió triste pero no pudo ser cauto , ni vivir su melancolía ya que le faltaba la melancolía la cual la tenía su otro yo
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