martes, 18 de agosto de 2009



BERENICE ROJA


(BASADO EN CAPERUCITA ROJA)

Eran una vez dos hermanos Gilberto de rojo y Berenice de rojo

los cuales les gustaba mucho salir a jugar en el bosque


siempre con sus camisas rojas porque eran su color favorito ya que eran hinchas del Medellín


ellos jugaban con todos los niños de la vereda, se divertían mucho


a menudo salían a vender los tamales que su mama realizaba para poder sobrevivir


Gilberto y Berenice eran los encargados de los domicilios


llevaban los pedidos a traves del feo y viejo caballo cleobulo


el cual a pesar de su avanzada edad siempre los llevaba a donde necesitaban dirigirse


un día su madre les pidió llevarle un domicilio de tamales a la abuela


Gilberto se rehusó a ir ya que tenía un partido de futbol


Así que Berenice de rojo decidió ir sola atravesando el bosque
su madre le recomendó que no se entretuviese en el camino, porque cruzar el bosque era muy peligroso, ya que siempre
estaba acechando por allí el lobo.


Berenice de rojo recogió la cesta con los
tamales y se puso en camino.


La niña tenía que atravesar el bosque para llegar a casa de
la abuelita, pero no tenía miedo porque allí
siempre se encontraba con muchos amigos:
Juan, pepe, Heriberto….


De repente vio al lobo, que era enorme,
delante de ella. - ¿a dónde vas, niña? - le pregunto el lobo
con su voz ronca.


- a casa de mi abuelita - dijo berenice.


- no está lejos - pensó el lobo para sí,
dándose media vuelta.


Berenice de rojo puso su cesta en la hierba y se
entretuvo cogiendo flores: - el lobo se ha ido
-pensó- , no tengo nada que temer. La abuelita
se pondrá muy contenta cuando la lleve un
hermoso ramo de flores además de los
pasteles.


Mientras, el lobo se fue a casa de la
abuelita, llamo suavemente a la puerta y la
abuelita le abrió pensando que era su nieta
Berenice de rojo. Un cazador que pasaba por allí
había observado la llegada del lobo.


El lobo devoro a la abuelita y se puso su gorro rosa
se metió en la cama y cerró los ojos. No tuvo que
esperar mucho, ya que Berenice de rojo llego
enseguida, toda muy contenta.


La niña se acerco a la cama y vio que su abuela
estaba muy cambiada.


- abuelita, abuelita, ¡que ojos mas grandes tienes!


- son para verte mejor- dijo el lobo tratando de
imitar la voz de la abuela.


- abuelita, abuelita, ¡que orejas mas grandes
tienes!


- son para oírte mejor- siguió diciendo el lobo.


- abuelita, abuelita, ¡que dientes mas grandes
tienes!


- son para... ¡comerte mejedor!- y diciendo esto,
el lobo malvado se abalanzo sobre Berenice de rojo y la
devoro al igual que había hecho con la abuelita.


Mientras tanto, el cazador se había quedado
preocupado y creyendo adivinar las malas
intenciones del lobo, decidió echar un vistazo a ver
si todo iba bien en la casa de la abuelita. Pidió
ayuda a un segador y los dos juntos llegaron al
lugar.


Vieron la puerta de la casa abierta y al lobo
tumbado en la cama, dormido de tan harto que
estaba.


El cazador saco su cuchillo y rajo el vientre del
lobo. La abuelita y Berenice de rojo estaban allí, ¡vivas!


Para castigar al malvado lobo, el cazador le lleno el
vientre de piedras y luego lo volvió a cerrar.
Cuando el lobo despertó de su pesado sueño,
sintió muchísima sed y se dirigió a un estanque
próximo para beber. Como las piedras pesaban
mucho, cayó en el estanque de cabeza y se
ahogo.


En cuanto a Berenice de rojo y su abuela, no sufrieron
más que un gran susto, pero Berenice de rojo

había aprendido la lección. Prometió a su abuelita
no hablar con ningún desconocido que se
encontrara en su camino. De ahora en adelante,
seguiría los consejos de su abuelita y de su mama



CUENTO:



http://yo.mundivia.es/llera/cuentos/caperucita.htm


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